No a las latas de sardinas
Entre uno de mis muchos defectos, se halla el pánico a las aglomeraciones de masas humanas en espacios cerrados y reducidos o lo que vendría a ser un principio de claustrofobia. En la zona donde vivo las discotecas, se convierten en latas de sardinas donde tienen que entrar a la gente con calzador, por qué no cabe ni un alfiler más en el establecimiento. Es deprimente ir a pasartelo bien y no disfrutar ni de tan siquiera espacio habil para poder girarse. Ni hablar de cuando uno necesitar ir al lavabo...
Por suerte la Generalitat de Catalunya obligará a bares musicales y discotecas a instalar un sistema electrónico de control del aforo a partir del próximo año. El 42% de los locales analizados incumplían la ley en temas de aforo y horarios, algo estremecedor. La Consellera Tura remarcó, "Si nos ponemos estrictos podríamos dejar Catalunya sin ocio nocturno, pero esa no es nuestra intención". Otra propuesta curiosa es la de que "es posible que se obligue por decreto a los afters a habilitar un espacio en el que no se escuche música muy alta ni se consuma alcohol sino que, por ejemplo, se pueda tomar un chocolate con churros". Ya veremos...
Todo sea por mejorar la calidad de ocio nocturno, aunque deberán ponerse estrictos.
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